La primera temporada de CUPRA EKS en la Copa del Mundo de Turismos de la FIA ETCR ha sido bastante buena y, en los preparativos para el final de la temporada en Sachsenring, el rápido y furioso cuarteto comparte sus opiniones sobre cómo vive la emoción de cada carrera.
“Llevo haciendo esto desde que tenía cinco años; es algo natural para mí”, dice Adrien Tambay. El piloto francés es una de las incorporaciones de este año al equipo y actualmente se encuentra en lo más alto de la clasificación.
Le sigue de cerca Mattias Ekström, ganador del título del ETCR la temporada pasada, que lleva más de 20 años de carrera deportiva. “Todo empezó como un sueño de niño. Luego esperas a que se haga realidad. A veces todavía me siento como un niño y sigo visualizando y soñando con ganar cada carrera”, dice.
El ganador del título de la temporada se disputará en la carrera DE de Sachsenring (Alemania), del 23 al 25 de septiembre
Preparados para reaccionar ante el semáforo en verde. Las carreras en esta competición son trepidantes y, una vez dentro del coche, segundos antes de que el semáforo de la parrilla se ponga en verde, la concentración es clave.
“Es una sensación muy extraña, porque al tratarse de coches eléctricos no se oye nada. Sabes que el coche está en marcha porque las luces del sistema están encendidas, pero la verdadera sensación llega en el primer momento en que pisas el acelerador y aceleras a fondo. Es una sensación poderosa”, dice Jordi Gené.
Adrien Tambay admite que es el momento de dejarse llevar. “Para mí es el instante en que deja de dolerme el estómago. Es cuando todo empieza y ya no hay nervios. Cierras la visera del casco y ya estás listo. Ya no hay tiempo para más preocupaciones y sólo tienes que concentrarte en ti mismo y en tu rendimiento”.
Para Tom Blomqvist, que también está en su primer año en el equipo, “me da un subidón de adrenalina cuando las luces rojas parpadean, mi corazón empieza a bombear con fuerza y cuando cambian a verde, estoy en mi zona de confort y concentrado en lo que he estado haciendo prácticamente toda mi vida”.
El CUPRA e-Racer a todo gas. Su objetivo es ser el más rápido y cruzar la meta en primer lugar, al volante de un coche con 500 kW de potencia que va de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos.
“Conducirlo es un reto único. Es muy difícil pilotarlo al límite porque es un muy rápido”, según Ekström. “La mejor forma en que puedo describirlo es como cuando ves una película de La Guerra de las Galaxias”, añade Gené, “donde todo sucede tan rápido. La aceleración es tan constante desde el principio que todo pasa muy rápido”.
Los miembros del equipo CUPRA EKS han conseguido varias victorias en esta temporada del FIA ETCR
“La adrenalina está en el ADN de un piloto de carreras, el anhelo de querer ir más allá” dice el ganador del título del ETCR del año pasado, Mattias Ekström
Visualizar la línea de meta. En esos momentos en los que todo está borroso, hay una cosa en la que coinciden los pilotos del equipo CUPRA EKS: visualizar la línea de meta.
“La visualización positiva es muy importante, porque no hay lugar para los errores y hay que estar al máximo en todo momento”, dice Tambay. Es lo que hace Jordi Gené incluso mucho antes de cada carrera, “la imagen de cruzar la línea de meta en primer lugar está siempre en mi mente, incluso la noche anterior cuando te vas a dormir. Visualizo la salida, a mis competidores y todo lo que puede pasar. Siempre sueño con ganar”.
“La adrenalina está en el ADN de un piloto, el anhelo de ir más allá” dice el campeón del año pasado Mattias Ekström.
Queda una cita en la que los cuatro pilotos de evento más de este año en el que los cuatro pilotos de CUPRA EKS pueden obtener su dosis.
“Las sensaciones que experimentamos son el resultado del deporte en el que estamos, la intensa presión competitiva, la velocidad… y la adrenalina que corre por nuestras venas”, según Blomqvist, algo con lo que su compañero de equipo Ekström está de acuerdo. “La adrenalina está en el ADN de un piloto de carreras, el anhelo de querer ir más allá, de hacer lo mejor para el equipo, para la marca. También es una gran sensación porque saca lo mejor de mí. Soy un adicto a la adrenalina”.