La Copa del Mundo de Turismos FIA ETCR no sólo está a la vanguardia de la tecnología, sino que también lidera el camino en cuestiones de seguridad. Para ello la FIA trabaja en estrecha colaboración con el Grupo WSC
Basándose en su experiencia en la gestión de tecnologías de alto voltaje en el deporte del motor, adquirida a lo largo de los años se han desarrollado un conjunto de procedimientos de seguridad con el fin de mitigar los riesgos asociados en los eventos de la FIA ETCR. Con baterías que funcionan a unos 800 V, los coches con especificaciones ETCR se encuentran en el ámbito de la alta tensión y, por lo tanto, requieren una atención y un cuidado específicos.
En cuanto a la seguridad operativa, la FIA ha estudiado las normas de seguridad de alta tensión existentes y ha consultado a expertos en la materia para desarrollar la nueva normativa de e-seguridad de la FIA, que abarca equipos, procedimientos así como las sesiones informativas para oficiales y voluntarios o equipos médicos, de rescate y de recuperación.
También se ha creado una nueva función -la de delegado de e-seguridad de la FIA- para supervisar la aplicación de las nuevas normas y procedimientos, garantizar la conformidad de la instalación y equipos, impartir sesiones informativas sobre e-seguridad y coordinar las intervenciones en pista.
Durante todas las sesiones, el Delegado de e-Safety de la FIA permanecerá en los boxes. Si se produce un incidente será la primera persona en el lugar para coordinar los procedimientos de rescate y recuperación mientras permanece en contacto con el Control de Carrera.
Todo el personal operativo de la FIA, incluidos los oficiales y los voluntarios, deberá asistir a una sesión informativa obligatoria sobre e-seguridad de la FIA que se impartirá in situ. Además existe una plataforma de aprendizaje en línea disponible antes del evento. Estas sesiones informativas cubren áreas que van desde la presentación de la tecnología de los coches y los riesgos asociados a la alta tensión, hasta el equipo de protección personal, las luces y los interruptores de seguridad, así como una visión general de la normativa pertinente de la FIA (incluido el reglamento deportivo y los apéndices del Código Deportivo Internacional), el desglose en profundidad de los procedimientos y la aclaración de las responsabilidades.
Además, se llevan a cabo entrenamientos prácticos y ejercicios de simulación in situ antes de cada evento. Esto incluye el llamado “ejercicio del coche rojo” y otros de extracción realizados bajo la supervisión del Delegado Médico de la FIA y, siempre,con el apoyo del Delegado de Seguridad Electrónica de la FIA. El objetivo es simular situaciones críticas que impliquen riesgos con la alta tensión.
Al igual que en otras competiciones de la FIA en las que participan vehículos eléctricos e híbridos, los coches cuentan con un sistema de luces de seguridad que indican cuándo es seguro tocar el vehículo. Las luces están integradas en la parte superior del parabrisas, así como en las dos ventanillas laterales del coche. Además se ha colocado otra pantalla en el salpicadero a la vista del conductor. Por último la telemetría permite al Control de Carrera disponer de información instantánea sobre el estado de cada coche, lo que garantiza la preparación para la respuesta de emergencia.
En general el objetivo principal del Reglamento de Seguridad Electrónica de la FIA es garantizar que toda la organización esté preparada para afrontar y gestionar eficazmente cualquier evento relacionado con el riesgo de alta tensión, centrándose en voluntarios, oficiales, equipos y pilotos.
“El número de competiciones de automovilismo que utilizan trenes motrices eléctricos e híbridos va en aumento, por lo que la gestión de los riesgos asociados a las tecnologías de alta tensión es un área importante desde el punto de vista de la seguridad”, explica el Director de Seguridad de la FIA, Tim Malyon.
“Esto ha sido una prioridad del trabajo del Departamento de Seguridad de la FIA en los últimos años. Me alegro de que hayamos podido establecer una serie de reglamentos y procedimientos cuyo objetivo es garantizar que todos los implicados, ya sean competidores, oficiales o espectadores, comprendan y gestionen bien los riesgos de las tecnologías de alta tensión”.